Meditación

A David Eloy Rodríguez

 

 

Inhalas, hondo.

 

—Nadie va a vivir esta vida por mí

y todo cuanto necesito está en mis diez cuerpos.

 

Retienes.

 

—Por qué cuesta tanto aceptarlo:

en el fondo siempre escribimos el mismo libro.

 

Exhalas, lento.

 

Conoces la trama,

recuerdas el desenlace:

‘todos los hombres mueren derrotados’.

 

Y quieres creerlo,

soltar la pluma,

abandonar,

pero escribes

qué difícil es no morir cada día,

despertar en silencio,

sostener el vacío;

qué nos queda si apagamos

‘el brillo superviviente,

la tozudez de alcohólico irredento’.

 

Qué nos queda, sino

seguir cosiéndonos con letras.

De la naturaleza corpuscular de la luz

Para Tracy K. Smith

 

E = h · f

h = 6,63 · 10-34

Cuando la luz de determinada longitud de onda

incide sobre la superficie de un metal,

éste emite un flujo de electrones.

 

Este efecto solo se aprecia cuando el fotón tiene

la suficiente energía como para superar el umbral.

 

 

Planck lo intuía.

Einstein lo demostró.

Yo lo siento cada vez que me abrazas.

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